Contar la propia historia. El leit motiv del panel Liternatureza: narrativas da terra, que ocurrió en Belém el día 17 de noviembre durante la COP30, planeó sobre la importancia de tejer historias desde el propio cuerpo. El panel, primera acción del festival Liternatura en Brasil, celebrado en la secretaría de Medio Ambiente y Sostenibilidad del gobierno de Pará, contó con la presencia del escritor indígena Porakê Mundurukú, la periodista, escritora y cineasta Helena Corezomaé (de la etnia Balatiponé) y el escritor y cronista peruano Joseph Zárate. "Los no indígenas no cuentan nuestras historias. Cuentan lo que quieren mostrar de nosotros, lo que piensan que somos. Nunca van a mostrar cómo realmente somos ", aseguró Helena Corezomaé, que forma parte de la red de cineastas indígenas Rede Katahirine. La cineasta resaltó que aunque el cliché restringa la geografía de los pueblos indígenas a la Amazonia, en realidad se extienden por todo el territorio de Brasil. "Estamos en la ciudad, trabajando en hospitales, en una secretaría, en el mayor medio de comunicación del país", matizó. Por su parte, Porakê Mundurukú, que reside en el área metropolitana de Belém y se define como ateo y marxista, criticó las narrativas forzadas que se colocan sobre los pueblos indígenas.  "Para ser considerado indígena tienes que tener el cabello impecablemente liso y negro, ojos rasgados. Piel parda, no muy oscura. Tienes que tener plumas en la cabeza, tienes que estar pintado", aseguró Porakê, autor del libro Imuê’en: por um estar no mundo originário (2025).

Narrar el fuego interno, narrar el territorio. Joseph Zárate explicó que haber entrevistado a su abuela, una indígena Kukama Kukami de la Amazonia, abrió su apetito narrativo. "Mi abuela, para poder sobrevivir en Lima ocultó esa identidad indígena durante muchos años. No hablaba mucho de ese origen, ¿no? Ya adulto, como periodista, comencé a interesarme en esa historia oculta. Comencé a entrevistarla y a entender por qué ahora como escritor, como periodista, en mí hay como un fuego que me impulsa a querer contar las historias que están en este territorio amazónico", afirmó. Zárate, autor del aclamado libro Guerras del interior (2018) sobre el extractivismo en Perú, confesó que sus reportajes y crónicas están siempre conectados con algo que le quema o perturba. Y que esa quemazón le empuja a la selva: "Estoy convencido de que todas las personas resuenan con un territorio específico, con una geografía específica. Hay algunas personas que resuenan con el océano o con las montañas o con los desiertos. En mi caso particular, a pesar de ser un un periodista que nació y creció en la ciudad, yo siento que mi ser, mi interior resuena con la selva".

Porakê Munduruku ironizó la nueva moda de ser "activista contra el cambio climático". "Yo pillé la moda de ser ecologista. Después, era ser ambientalista. Ahora, es ser activista contra el cambio climático. Pero nosotros estamos hablando de eso desde siempre. Los Munduruku decimos que somos naturaleza, algo que muchas veces se repite de una forma vacía, sin la profundidad que tiene dicha afirmación", aseguró. Por su parte, Helena Corezomaé insistió en que los pueblos indígenas están adquiriendo otros saberes y por eso muestran lo que están viviendo: "Estos días vi un documental Kayapó increíble. Consiguen hablar de un ritual, de una planta tradicional, con un guión muy diferente de lo que harían los no indígenas, que habrían creado algo estereotipado". 

Porakê defendió la necesidad de construir otras narrativas y posibilidades de contar historias para combatir el crecimiento de la ultraderecha. "La acción transformadora necesita de una perspectiva. Tenemos que pensar que podemos vencer. La esperanza es un elemento fundamental. Pero para que tengamos esperanza necesigamos ver otras posibilidades, otras narrativas, otra forma de ver las cosas", sentenció.

Por su parte, Helena Corezomaé confesó que ella suele narrar lo que atraviesa su territorio. En 2021, decidió contar la historia de cómo el arroyo Elotinopopare, en territorio  del pueblo Balatiponé, se secó por primera vez en la historia. En su corto Elotinopopare, o córrego do povo Umutina Balatiponé que secou los ancianos relatan la importancia de esa corriente de agua para la comunidad y la tristeza que sienten al verla seca. "Causó una enorme dificultad de aceso a los alimentos, a los peces que teníamos peixe que a gente tinha. Era usado para bañarse, para lavar ropa y hoy en día no lo tenemos más", aseguró Helena. Al mismo tiempo, la cineasta sostuvo que en ocasiones el territorio no es ancestral y sí la geografía que habita (en su caso, la ciudad de Cuiabá).  Em Kaimanepa (2024), Helena retrata a su marido hablando sobre y con su hijo autista. "Es un documental sobre la relación tan bonita entre mi marido y mi hijo. Vivimos en un conflicto urbano, mi hijo tiene transtorno de espectro autirsta y es una rutina muy difícil, porque hace terapia todos los días", matizó.

Narrativas de la naturaleza. Interpelados sobre la innovación narrativa de los pueblos originarios, afro-descendientes y movimientos sociales que ocuparon con intensidad las calles de Belém, los participantes del panel mostraron pareceres diferentes. Joseph Zárate destacó el caracter narrativo de muchas de las intervenciones performáticas de las calles: "Me parece que es muy poderosa la cantidad de maneras en las que el arte se va filtrando en la lucha. Vimos una caravana de ataúdes negros y esta especie como de ritual colectivo. En la sepultura de los combustibles fósiles hay una profundidad. Hemos visto también obras de arte, exposiciones fotográficas... la lucha de los pueblos originarios tiene muchísima imaginación. No olvidemos esos dos componentes, la imaginación y la ritualidad".

*El panel Liternatureza: narrativas da terra fue organizado y mediado por el periodista y escritor Bernardo Gutiérrez, coordinador de Liternatura en Brasil.