Entrevistas

“Estoy muy preocupado por el futuro de los insectos y lo que significa para el nuestro

Una entrevista a Peter Kuper, autor de Insectópolis (Astiberri)

Por Azucena López

05/09/2025

A Peter Kuper nunca le ha abandonado el asombro por el mundo natural. Insectópolis, su último trabajo, permite a los lectores conocer sus pasiones: la entomología y el cómic. También les da la oportunidad de disfrutar de la interesante unión entre ciencia, arte e historia. La obra es fruto de años de investigación y de numerosas conversaciones con científicos y científicas de todo el mundo. Además de informar y entretener, rinde homenaje a personajes que dedicaron su vida a estudiar a estos animales. Durante la entrevista Peter manifiesta su preocupación por la desaparición de los insectos y lo que eso supondría para la humanidad. Su implicación con estas criaturas es tal, que hasta Michael Engel, experto en abejas, nombró Scaptotrigona kuperi a una nueva especie que descubrió en Ecuador.

 

En tu libro propones a los lectores un viaje de 400 millones de años por la historia de los insectos contada por ellos mismos. Acercas la entomología a través del formato gráfico, algo que no es muy habitual. ¿Cómo surgió esta idea? 

El proyecto surgió gracias a la beca Cullman de la Biblioteca Pública de Nueva York, que me concedieron en la edición de 2020-2021, tras proponerles la idea de crear una novela gráfica destinada a narrar la historia de los insectos y de quienes los han estudiado. Catorce investigadores reciben esta beca cada año, y el premio es tener un despacho en la biblioteca y el acceso a sus extensas colecciones. 

El covid-19 apareció cuando todavía no había decidido exactamente cómo contar esta historia. Aunque yo tenía permiso para estar en la biblioteca, el público no podía acceder, por lo que la sagrada institución parecía un entorno posapocalíptico repleto de fantasmas. De repente, aquello me inspiró para crear el hilo conductor: los insectos serían los narradores que se irían encontrando con las apariciones de naturalistas y entomólogos a lo largo del relato.  

Tener a los insectos como narradores de su propia historia en un ambiente tan lleno de sabiduría como una biblioteca hace que cada página se llene de historia. Además, el hecho de que la biblioteca estuviera repleta de exposiciones sobre insectos me permitió mostrar visualmente la información a través de vitrinas llenas de ejemplares para que los lectores los fueran descubriendo fácilmente. Ilustrar el entorno arquitectónico en tonos azules monocromáticos me permite desplazar la atención hacia el color de los insectos y utilizar el flujo de las viñetas y de los bocadilllos para mostrar la extraordinaria capacidad del cómic de contar una historia con múltiples capas a través del tiempo y el espacio.

Hablando sobre el proceso de creación, ¿cómo recopilaste la información? ¿Visitaste museos, bibliotecas y archivos? 

Gracias a la beca tuve toda la colección de la Biblioteca Pública de Nueva York a mi disposición, pero eso solo fue el inicio de mi investigación. Leí todos los libros de insectos que pude y contacté con sus autores para que revisaran los capítulos relacionados con su campo de estudio para asegurarme de que la información era correcta. Me respondieron prácticamente todos los entomólogos con los que contacté.  

Erica McAlister, una experta en moscas que trabaja en Inglaterra, revisó el capítulo sobre mosquitos y me dio muy buenos consejos. Jessica Ware, especialista en libélulas del Museo Americano de Historia Natural, revisó mi trabajo y también me facilitó el acceso a la colección de ejemplares de su museo para que pudiera fotografiar los insectos que quería dibujar y obtener así los detalles exactos. Michael Engel, experto en abejas, no solo revisó el apartado sobre estos insectos, sino que en una de sus expediciones a Ecuador descubrió una nueva especie y la nombró Scaptotrigona kuperi en mi honor.  

Insectópolis refleja la crisis a la que los insectos se enfrentan actualmente. ¿Te interesaban estos animales antes de trabajar en este proyecto? Después de toda la investigación y búsqueda de información que has realizado, ¿estás más preocupado por su futuro? 

Mi inspiración empezó cuando tenía cuatro años, cuando vi aparecer por millones cigarras de 17 años. Mientras que muchas personas se horrorizan ante este tipo de “invasión”, a mí me fascinó. Ese asombro por el mundo natural nunca me ha abandonado.  

Mi amor por los cómics y por el dibujo ganó a mi deseo inicial de dedicarme a la entomología, pero con Insectópolis he encontrado el diagrama de Venn perfecto que me ha permitido explorar ambas pasiones. Al haber crecido rodeado de insectos soy muy consciente de cómo ha cambiado su situación. En la actualidad hay menos mariposas e insectos de todo tipo se están extinguiendo. Estoy muy preocupado por su futuro y lo que significa para el nuestro. 

El libro presenta a los lectores el trabajo de personajes como E.O. Wilson, Maria Sibylla Merian o Rachel Carson. Algunos de estos nombres son desconocidos para el público, pero tienen un papel protagonista en tu relato. ¿Qué importancia tienen para ti? ¿Podrías considerar Insectópolis un homenaje a ellos? 

Absolutamente. Parte de mi objetivo era dar visibilidad al trabajo increíble de varios héroes dentro de este campo que son poco conocidos o prácticamente desconocidos. Charles Henry Turner fue el primer entomólogo negro en hacer un doctorado e hizo descubrimientos extraordinarios sin ningún tipo de financiación mientras era profesor en un instituto. Alexander von Humboldt fue muy famoso y luego prácticamente olvidado, especialmente en Estados Unidos. Maria Sybilla Merian fue una mujer pionera que cambió nuestro conocimiento sobre la metamorfosis de los insectos cien años antes que Darwin.  

Yo quería que los lectores conocieran a estos gigantes de la entomología y aprendieran sobre sus magníficos descubrimientos, a veces logrados contra todo pronóstico. También espero motivar a las nuevas generaciones a interesarse por esta disciplina.  

Citando a Edward Osborne Wilson:

“Si toda la humanidad desapareciese, el planeta se regeneraría hasta llegar al abundante equilibrio que existía hace diez mil años. Si los insectos desapareciesen, el caos medioambiental sería inminente”.

¿Cuáles son las principales diferencias que encuentras entre adaptar obras literarias y textos de no-ficción como Insectópolis? ¿Qué estilo disfrutas más? 

Me encantó crear la obra de principio a fin, realizando mis propios descubrimientos, tropezándome con ideas que me llevaron por diferentes direcciones a través de caminos inesperados.  

Cuando adapto el trabajo de otra persona, como Kafka o Conrad, ya existe un mapa. No es que no haya hecho muchos descubrimientos al hacer adaptaciones — Kafka, en especial, se prestaba mucho a la interpretación—, pero con Insectópolis sentí que el proceso implicaba algo de alquimia.  No sabía cómo terminaría un capítulo hasta llegar al final, ni siquiera decidí el orden de todos los capítulos hasta que terminé el libro. Esto fue emocionante de una manera que no había experimentado con otros proyectos.

¿Qué piensas sobre la unión entre arte y ciencia? ¿Crees que el arte puede ser una herramienta útil para comunicar ideas científicas y hacerlas más accesibles? 

Como se puede apreciar en el libro, ¡creo en ello como una religión! Considero que los cómics son una vía idónea para que las personas aprendan sobre insectos, para transmitir información sobre ellos e, idealmente, para hacer que los lectores aprecien a estas magníficas criaturas que ayudan a que nuestro planeta prospere.

El 22 de octubre el autor participará en una mesa redonda en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (Madrid) y luego firmará ejemplares. Aquí tenéis más información: https://www.mncn.csic.es/es/visita-el-mncn/actividades/presentacion-de-insectopolis

Sobre el autor:

New Jersey, Estados Unidos, 1958. Es colaborador habitual en The New Yorker, The Nation y Charlie Hebdo. Ha publicado una docena de libros, entre los que se cuentan Sticks and Stones, No te olvides de recordar (Astiberri, 2008), Diario de Oaxaca (Sexto Piso, 2009), Diario de Nueva York (Sexto Piso, 2011), El sistema (Sexto Piso, 2015), Ruinas (Sexto Piso, 2016) y Viajes dibujados (Norma, 2018). Ha firmado también adaptaciones literarias como La jungla, de Upton Sinclair (Norma, 2005), El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad, y varias de Franz Kafka, entre las que se cuentan La metamorfosis (Astiberri, 2007) y otros catorce relatos recogidos en la antología Kafkiana (Sexto Piso, 2019). Lleva desde 1997 escribiendo y dibujando la serie Spy vs. Spy para la revista Mad y es cofundador, junto a Seth Tobocman, de World War 3 Illustrated, una revista ilustrada y foro de artistas políticos desde 1979. En 2024 recibió los premios Eisner y el Robert F. Kennedy de Derechos Humanos, y antes cursó la beca Jean Strouse Cullman 2020-21 en la Biblioteca Pública de Nueva York. Ha dado numerosas conferencias y expuesto su trabajo en todo el mundo. Actualmente imparte clases de cómic en la Universidad de Harvard.  

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Azucena López es periodista en el MNCN (Museo Nacional de Ciencias Naturales) donde, entre otras actividades, coordina un podcast y gestiona el club de lectura La tejonera junto a Marta Fernández Lara; así como la iniciativa Naturaleza entre líneas del MNCN.