Hasta dónde llega la luz. Una vida en diez criaturas marinas
Sabrina Imbler

Big Sur Editorial
España, 2023

Si los peces dorados pudieran escapar de sus peceras y huir hacia el estanque más cercano la escena distaría mucho de ser idílica. Destruirían el ecosistema, contagiarían enfermedades a los habitantes del fondo y se apoderarían de aquel universo lacustre. Sabrina Imbler, periodista científica, es perfectamente consciente de ello, pero no puede evitar la fantasía de un grupo de peces dorados abandonando su confinamiento rumbo a un mundo desconocido y salvaje. “Imagina aparecer en tu reunión de instituto, ver a todos los que una vez te hicieron sentir pequeño y ser ahora cien veces más grande de lo que eras…” Este episodio pertenece a uno de los diez ensayos de su libro Hasta dónde llega la luz, en el que Imbler evoca curiosidades del mundo marino para reflexionar sobre su propia vida.

En “Mi madre y el pulpo hambriento”, la autora cita el caso de un pulpo hembra del Pacífico Norte que incubó sus huevos durante cuatro años y medio, todo un récord en el mundo animal. Durante el período de incubación los pulpos no comen. No pueden desplazarse para cazar, ya que ello supondría abandonar la vigilancia de las futuras crías. Es un instinto tan arraigado en estas criaturas que los intentos de alimentarlas desde un submarino con un brazo robótico han fracasado. Una vez los huevos eclosionan, la misión de vigilancia acaba y el pulpo muere. Imbler reflexiona sobre el instinto maternal y contrapone esta historia a su propio trastorno alimentario, que la hizo seguir numerosas dietas y visitar junto a su madre a una entrenadora para adelgazar. Solo empezó a sentirse bien con su cuerpo cuando dejó de salir con hombres cis y abrazó el mundo queer.

Esa disconformidad que sentía la autora con su propia imagen y su tránsito hacia lo queer encuentra, en otro capítulo, un paralelo con la facilidad que tienen las sepias para transformar su aspecto a voluntad. Este fenómeno hace que distinguir machos y hembras en sepias vivas sea una tarea prácticamente imposible. De hecho, algunos machos jóvenes son capaces de variar algunos patrones de su cuerpo para parecer hembras y así acercarse a la pareja hembra de la sepia macho rey sin despertar sus sospechas. Los cambios de ropa, de corte de pelo o de físico de Imbler hacen que se pregunte si también ella se transforma para atraer a una posible amante o si se trata del reflejo de una antigua relación.

En Imbler, sin embargo, las cuestiones identitarias van más allá del tema del género. Hija de madre china y padre blanco norteamericano, se pregunta numerosas veces quién, o qué, es ella. ¿Una mezcla de dos culturas con identidad propia? ¿Un ser mixto a caballo entre el orgullo de sus orígenes y la culpa por no encajar? Ella misma nos dice que prefiere pensarse como un gerundio, y no como un sustantivo. Una identidad definida como un vivir en progresión. Y en el ensayo sobre el pez mariposa híbrido halla la respuesta a estas cuestiones. En taxonomía linneana, los híbridos no forman una especie aparte, sino más bien una operación de álgebra. En el caso del híbrido entre el pez mariposa rosado y el pez mariposa rayado la nomenclatura se representaría así: Chaetodon auriga x c. lineolatus. El hibridismo, la x, es la clave de esta identidad en movimiento.

El capítulo sobre medusas inmortales, estratégicamente situado al final del libro, plantea cuestiones filosóficas sobre la mortalidad y el mito de la eterna juventud. La autora se plantea cómo actuaríamos si pudiéramos regresar al estado de pólipos, es decir, si pudiéramos volver a nuestra infancia. Indefinidamente ¿Cómo volveríamos a crecer? ¿Y en cuántas versiones? Reflexiones no exentas de tristeza al pensar cuántas cosas podríamos haber cambiado mucho antes en nuestras vidas.

A lo largo del libro Imbler elude la trampa de la antropomorfización de las criaturas a las que describe. Los ensayos, aún acompañados de las narrativas personales de la autora, no dejan de ser ensayos. No hay, por tanto, una manipulación estilística de hechos científicos que busque diluir la frontera entre el ser humano y el animal. Los textos sobre las criaturas marinas y las vivencias personales de la autora se yuxtaponen más que se entrelazan. A partir de ahí, las reflexiones y metáforas resultantes producen una obra a la vez educativa, sugerente y muy personal.

 

Jordi Ballart Macabich